viernes, 5 de diciembre de 2008

El proceso de diseño y construcción.

Nos enteramos de este concurso gracias al profesor Juan Carlos Pomares que nos daba prácticas de estructuras. No tuvimos más que decírselo y ya estábamos apuntados. Ya casi al final de curso, este profesor preparó un par de clases orientativas en las que podíamos asistir los participantes para recibir explicaciones sobre los detalles del concurso y poder hacer algunas preguntas. Nos dejó unos programas sencillos de cálculo de diagramas: nosotros usamos el "celigueta" en dos dimensiones.

Gracias a este programa, pudimos insertar varios modelos en los que calcular los diagramas sin necesidad de coger papel y lápiz. Elegimos el modelo en el cual los esfuerzos a compresión y los momentos flectores eran menores. ¿Por qué los esfuerzos a compresión y no a tracción? Porque trabajamos con hilo de cobre, y como se sabe, el hilo de cobre es muy esbelto y pandea con mucha facilidad. Sin embargo, con el hilo no teníamos ningún problema con los esfuerzos a tracción. En definitiva, había que evitar que la estructura soportara compresiones.

Una vez elegido el modelo (que resultó ser algo tan simple como dos soportes con una jácena horizontal con voladizos), dibujamos en autocad un boceto muy simple de lo que queríamos construir.


Los voladizos con tirantes creaban un empotramiento que reducía considerablemente el momento flector (y claro está, también la compresión en la jácena). En la construcción final, también pusimos tirantes entre las bases de los pilares para evitar que estos se separaran, rigidizando aun más la estructura.

A continuación, calculamos los metros de hilo de cobre que podíamos poner como mucho. Obviamente, la estructura no podía pesar demasiado. Como explico en el bloc anterior, si pesara 4 kg la resistencia efectiva se reduciría a cero. Decidimos que, como mucho, nuestra estructura iba a pesar 2 kg. Fue sencillo calcular los metros. Sabíamos la densidad del cobre (nos la dijo Juan Carlos en las clases de orientación), y con ese dato calculamos el volumen que ocupa 2 kg de cobre. Después, con las fórmulas de siempre, calculamos la longitud.

Ahora es el momento de dibujar el diseño definitivo. Cogimos una hoja en a3 cuadriculada y comenzamos a hacer rectas. Todo lo hacíamos desde esta base: hay que reducir la longitud de esbeltez del hilo de cobre. Para esto, lo mejor que hicimos fue poner muchos cercos soldados con muchas cruces de san andrés. Dibujamos en alzado y en planta todas esas cruces, y después, las contamos. Sí, contamos todas los minilongitudes del diseño. Como la suma de esas longitudes no superaba el límite que nos habíamos puesto para 2 kg, lo dejamos así. En la siguiente foto muestro el dibujo que hicimos. Si se pincha sobre la foto, se ve en grande.
Los pasos siguientes fueron sin duda los más arduos y aburridos. Había que pelar el cable que habíamos conseguido con funda, porque sin funda, me parece, no existe. Después medimos y cortamos todos los trozos que más tarde había que soldar (muchos, muchos trozos). Empezamos soldando los pilares, dejando un espacio sin cercos para meter la jácena del mismo modo que se hace en obra. Soldamos la jácena. Introducimos los redondos entre la armadura del pilar, y soldamos todos los cercos que faltaban. Y por último, los tirantes y la sufridera (2 ó 3 semanas después de empezar). Pongo dos fotos de nosotros trabajando. Detrás, el equipo de música que casi quemamos y el soldador, el segundo que compramos, porque el primero era de mi padre y ese sí que lo quemamos bien.


En la siguiente foto, nuestra obra:

Al fondo se ven la numerosas botellas de agua que ingerimos en nuestro taller. La madera con la que "moldeamos" a medida los cercos. Herramientas como los alicates, la regla, el lápiz, el decapante líquido... Todo se realizó con música, muchos discos que se iban reproduciendo uno de tras de otro. Esta foto se tomó a las 12 de la noche del día anterior a la prueba del concurso. Ya estaba puesta la sufridera, pero aun no el tirante horizontal entre pilares.
Cuando acabamos, metimos la estructura en una caja de una televisión plana y lo cubrimos como si de una televisión se tratara. Todo bien tapadito y precintado para el día del concurso a la mañana siguiente.
En dicha caja venía escrito el nombre de la estructura, que fue AnaFran de la Fuente. La explicación de este peculiar nombre es el de sus colaboradores. Las herramientas prestadas pertenecían al padre de Gregorio, el cual tiene como segundo apellido de la Fuente, así que este apellido es herencia de la estructura. Y en cuanto al nombre compuesto, pertenece a dos personas que estuvieron apollandonos durante todo el proceso constructivo, nuestros amigos Fran y Ana. Gracias a los tres.

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